Si bien la percepción de ruido es algo que puede ser subjetiva, existen unos niveles de ruido que se recomienda no superar. El nivel de ruido en el interior de una vivienda durante el día no debería superar los 45 dBA, mientras que por la noche debería estar por debajo de 30 dBA.

Aparte, cada ciudad dispone de unas reglamentaciones en las que se indican los niveles máximos de ruido admisibles en función de la actividad, horario y lugar.

El aislamiento acústico consiste en reducir la transmisión de la energía sonora entre el espacio emisor, en el que se encuentra la fuente de ruido, y el espacio receptor, para conseguir que el ruido generado en emisión no genere molestias.

El acondicionamiento acústico consiste en reducir la reflexión de las ondas sonoras en el interior de un espacio para disminuir la reverberación y conseguir una mejor acústica interior.

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En España el aislamiento acústico de un edificio está regulado en el Documento Básico de Protección Frente al Ruido (DB-HR) del Código Técnico de la Edificación, documento de obligado cumplimiento. En él se establecen los niveles de aislamiento acústico a ruido aéreo y ruido de impacto que deben garantizarse para los diferentes elementos constructivos de un edificio. Además, en algunos casos existen ordenanzas municipales o leyes autonómicas que complementan esta exigencia con alguna medida adicional como, por ejemplo, la necesidad de realizar una medición de comprobación del aislamiento acústico “in situ” previamente a otorgar la célula de habitabilidad.

El aislamiento acústico depende de los materiales empleados, su instalación y el sistema constructivo en su totalidad. No existe un producto mágico que por sí sólo responda a todas las patologías y consiga el máximo aislamiento acústico.

Ahora bien, sí es importante que el material cumpla con una serie de requisitos. Deben ser materiales de alta densidad y masa, con elasticidad, y que puedan combinarse con materiales más ligeros y porosos, como nuestro complejo insonorizante Tecsound FT o 2FT, o lanas minerales en diferentes sistemas constructivos.

A la hora de seleccionar el material de aislamiento acústico también es importante tener en cuenta el tipo de ruido y el tipo de soporte sobre el que va a instalarse, ya que cada material puede tener una respuesta de actuación diferente. Por este motivo, el material aislante que debe usarse en cada caso puede variar.

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Para aislar el ruido procedente de otras viviendas, es fundamental tener claro el tipo de ruido a aislar, de dónde procede y el grado de aislamiento que se desea, porque en función de eso se deberá actuar sobre unos elementos constructivos u otros, y se deberán utilizar un tipo de materiales y soluciones u otros.

Por norma general, deberemos concentrarnos en paredes, suelos o techos, añadiendo materiales y capas aislantes acústicos para reforzar su aislamiento.

Si podemos actuar sobre todos los paramentos de forma que podamos crear una segunda caja flotante dentro de la caja, el llamado “box in a box”, conseguiremos obtener la máxima efectividad.

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Hay múltiples formas de mejorar el aislamiento acústico de una pared, que dependerán principalmente del nivel de aislamiento que se quiera alcanzar, pero hay algunas soluciones para reducir la transmisión del ruido aéreo de forma sencilla, sin grandes obras, y que son efectivas cuando no hay que alcanzar altas exigencias de aislamiento acústico:

Tecsound SY GEO, lámina acústica autoadhesiva para tabiques de placa de yeso y tabiques ligeros, o Soprapren, con una instalación de encolado con Sopraglue Acoustic, son soluciones que combinan eficacia y sencillez de puesta en obra para su aplicación en paredes divisorias.

Si vas a reformar tu casa, es un buen momento para incorporar en ella aislamiento acústico y de esta forma conseguir un mayor confort en la vivienda, a la vez que se revaloriza.

Una vez hayas empezado las reformas del hogar, para aislarlo acústicamente debes añadir capas suplementarias de diferentes materiales a las superficies que desees aislar. Debes usar siempre materiales altamente aislantes, para que a su vez ocupen el menor espacio posible, y que las soluciones constructivas que se instalen estén desolidarizadas de la estructura.

Para más información consulta con el equipo técnico de Soprema.

La reverberación es causada por el reflejo de las ondas sonoras en el techo, paredes y suelo de una sala o un recinto que tienen poca absorción. Para evitarla, es necesario acondicionar el espacio instalando materiales o paneles con absorción acústica en paredes y techos, tales como los paneles de fibra de madera Fibro-kustik.

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Al acondicionar acústicamente un recinto indirectamente se reduce el nivel de ruido que pueda generarse en su interior, ya que la reverberación contribuye a aumentar el nivel de ruido. Pero el aislamiento acústico del recinto permanece invariable, por lo que es necesario realizar una actuación de aislamiento acústico si no queremos que el ruido genere molestias en los recintos adyacentes, o a la inversa.

Conclusión, para garantizar el mayor confort acústico, mejor actuar sobre los dos aspectos.

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