Cubiertas Biosolares, la integración de placas solares en cubiertas ajardinadas

Hoy en día las exigencias de la construcción, tanto de obra nueva como de rehabilitación de edificios, responden al compromiso con la descarbonización del sector. Para poder alcanzar los objetivos contra el cambio climático, definidos inicialmente en el acuerdo de París y con posterioridad en el Pacto Verde, es imprescindible elegir sistemas constructivos que nos permitan, de manera activa o pasiva, reducir las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero GEI. También resulta de vital importancia asegurar una alta eficiencia energética. 

Por ello, y pensando en que una única solución no nos permite llegar a conseguirlo, sí podemos integrar y hacer una sinergia de sistemas en la que, en conjunto, uno colabora al desempeño del otro. Este es el caso de combinar la cubierta ajardinada Sopranature® con la colocación de placas solares fotovoltaicas, sobre los soportes Soprasolar® .

A nivel normativo en muchos países o comunidades es obligatoria o subvencionada la instalación de placas solares fotovoltaicas para el autoconsumo en la cubierta de los edificios, así como las soluciones que contribuyan a la reducción de las emisiones en el edificio. Por tanto, es cada vez más habitual ver las cubiertas de los edificios de nuestras ciudades con estos nuevos acabados y elementos.

Pero ¿son compatibles realmente estas soluciones?

Para responder a esta pregunta, primero debe entenderse la tecnología de los paneles solares fotovoltaicos y cómo influye la temperatura ambiental en ellos y en su desempeño.

Los paneles solares fotovoltaicos están formados por células fotovoltaicas, las cuales transforman la energía del sol en energía eléctrica. Compuestos por dos capas de materiales semiconductores, al incidir sobre ellos los rayos del sol se liberan electrones de la capa inferior con carga negativa, atraídos a su vez por la carga positiva de la capa superior, generando una corriente eléctrica.

Tanto la irradiación solar como la temperatura ambiente son condiciones que afectan a la tensión, la intensidad y la potencia generada por la célula fotovoltaica. Para este caso nos basaremos en la temperatura ambiente, la cual afecta de manera considerable a la tensión. Varios estudios de mediciones en los paneles han revelado que la tensión disminuye cuando aumenta la temperatura, mientras que la intensidad varía tan poco que es casi constante. Así pues, la potencia entregada será mayor cuanto menor sea la temperatura ambiente.

Entonces puede afirmarse que la superficie de la cubierta tendrá también una influencia en el rendimiento de los paneles, especialmente en verano, cuando un material convencional puede llegar a alcanzar una temperatura de 70ºC, mientras que las cubiertas ajardinadas pueden apenas alcanzar los 25ºC.

Entre los beneficios que aportan las cubiertas ajardinadas destaca especialmente el hecho de que, precisamente, mitigan el efecto “isla calor”, ya que contribuyen en disminuir la temperatura ambiente en las inmediaciones del edificio. De este modo se enfría de manera natural el aire superficial gracias a la evapotranspiración de las plantas al absorber el agua de lluvia y expulsarla al ambiente en forma de vapor de agua.

Colaboran en la gestión de aguas pluviales: las cubiertas vegetales incluyen mecanismos para absorber y almacenar mayor cantidad de agua en el sustrato en periodos de mayor sequía. Esta agua almacenada puede ser aprovechada por las plantas y ralentizarla hacia el sistema de recogida de aguas pluvial en periodos torrenciales minimizando los riesgos de inundaciones en las ciudades.

Adicionalmente, las cubiertas ajardinadaspurifican el aire, retienen el polvo y otras sustancias contaminantes, a la vez que promueven la biodiversidad atrayendo insectos y mariposas que ayudarán a revitalizar los entornos urbanos.

Gracias a que las plantas refrescan la temperatura ambiente circundante a los paneles solares se consigue mejorar el rendimiento de las placas hasta entre un 0,3 – 0,5% por cada grado menos de temperatura, llegándose a producir hasta un 15% más de energía. También eliminan partículas de polvo evitando que lleguen a los paneles  y, en general, mejoran la eficiencia de la instalación.

En resumen, denominamos Cubiertas Biosolares, a aquellas en las cuales se integran o combinan instalaciones de paneles solares con una cubierta ajardinada o vegetalizada. Se trata de soluciones integrales y sostenibles que aportan energía limpia.

Artículo de Andrea Mayorga, especialista en Soluciones Sostenibles.