Rehabilitación industrial de muros y soleras

El gas radón, como muchos otros gases, se presenta como el enemigo silencioso en nuestras viviendas y lugares de trabajo y ocio, e implica un grave riesgo para nuestra salud, siendo la segunda causa más importante de cáncer de pulmón después del tabaco, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Aunque se encuentra habitualmente en suelos y rocas, y se disipa de forma natural, la acumulación de este gas en elevadas concentraciones en recintos cerrados habitables es perjudicial para la salud.

El ser humano no puede percibir el gas radón a través de los sentidos. Por este motivo, en el momento de la concepción del diseño de una obra nueva o de la intervención en una rehabilitación, debe medirse y calcularse la concentración media anual del aire interior, especialmente en sótanos y plantas bajas, para posteriormente adoptar los sistemas constructivos de barrera, extracción o despresurización necesarios.

Desde el 2019, en el DB HS-6 del Código Técnico de la Edificación (CTE) se reconoce la limitación del riesgo a la exposición de las personas frente a este gas a concentraciones de hasta 300 Bq/m3 de media anual y se identifica el mapa de riesgo de aplicación diferenciando dos zonas, en función del tipo de intervención a realizar.

Las oficinas, despachos, salas de reunión, entre otros espacios, en edificios de uso administrativo son catalogados como Recintos habitables protegidos.

En nuestro catálogo de obra nueva y rehabilitación para edificación industrial y sector terciario podrás encontrar todas nuestras soluciones para muros y soleras.